¿Qué es lo que más le gusta de ser una Guardiana de la Paz?
R/ El trabajo con mujeres, con los niños y las niñas y con la comunidad es parte de quien soy. Para mí ser Guardiana de la Paz significa velar por los derechos humanos de una misma, de las demás, de los demás y contribuir a la armonía de la comunidad.
¿Qué desafíos ha enfrentado en su trabajo como Guardiana de la Paz y cómo los ha superado?
R/ Me motiva el bien común y estar cerca de la gente. Los retos siempre están ahí cuando se trabaja para incidir para que se respeten y se cumplan nuestros derechos humanos y como mujeres.
Entonces es importante aprender a colaborar con respeto hacia diferentes pensamientos, ya sea de índole religiosa o política, para mantener un ambiente de trabajo armonioso.
¿De qué manera le ha ayudado a usted, a nivel personal, ser Guardiana de la Paz?
R/ Ser Guardiana me ha hecho recordar mi infancia, cuando mis papás participaron en el conflicto armado, cuando enfrenté la orfandad hasta cierta parte de mi vida, lo que me llevó a tener momentos difíciles que han dejado una huella en mí. Ahora siento la motivación de transformar esas vivencias en algo positivo.
Este proyecto también me ha ayudado en mi desarrollo personal, ya que me ha brindado una formación significativa. Aunque siempre me he considerado defensora de los derechos humanos, el enfoque de ser Guardiana de la Paz me ha llevado a un compromiso más profundo.
¿Qué consejos o palabras de aliento les daría a otras mujeres que podrían estar interesadas en ser Guardianas de la Paz en sus comunidades?
R/ Primero les diría que ser Guardiana de la Paz tiene un significado profundo y amplio que comienza con la paz interior, ya que solo podemos transmitirla si la tenemos.
Luego, este proceso implica autodescubrimiento y motivación para que encuentren y desarrollen sus habilidades.
El primer paso es promover la paz en nuestras propias familias, desde ahí todos y todas podemos ser guardianes de la paz, y luego extenderla a la comunidad.
Indudablemente, Rosa es una lideresa ejemplar que ha transformado sus vivencias en un motor para el cambio positivo en su comunidad. Su compromiso con la defensa de los derechos humanos, la memoria histórica y la paz es una inspiración para todas las personas que la conocen y trabajan a su lado.