
MASACRE ESTUDIANTIL 30 DE JULIO DE 1975
Mario quiso enviarle una carta a su yo del pasado: el joven
Un grupo diverso y entusiasta de casi 100 mujeres salvadoreñas se congregó para la actividad denominada “Intercambio intergeneracional: tejiendo saberes, experiencias individuales y colectivas con Mujeres Guardianas de la Paz”.
Este encuentro se desarrolló en el marco del Día Internacional de la Mujer 2024, gracias a la colaboración conjunta de ONU MUJERES, PNUD y MICULTURA.
Así, el 19 de marzo de 2024, se dieron cita en las instalaciones del Museo Nacional de Antropología, mujeres de 18 a 85 años, víctimas y sobrevivientes del conflicto armado, procedentes de comunidades en los territorios de Aguilares, El Paisnal, Jiquilisco y San Esteban Catarina.
Uniendo y conectando generaciones
Esta actividad fue un intercambio intergeneracional en toda regla ya que contó con la presencia de cuatro generaciones diferentes, uniendo a mujeres que vivieron la guerra en distintas etapas de sus vidas:
También es importante mencionar la presencia significativa de niños y niñas durante el evento. Este aspecto debe considerarse, ya que al convocar a las mujeres también se tuvo en cuenta la temática de las responsabilidades del hogar que enfrentan en su día a día.
Vivencias de liderazgo, resiliencia y esperanza
La jornada se desarrolló con una agenda variada y enriquecedora.
Como parte de las actividades de este intercambio intergeneracional se presentó la obra de teatro “Corazón de Mujer”, creada por “Las Tres Prietas”, que aborda de manera sensible y profunda el tema de la memoria colectiva y la resiliencia de las comunidades afectadas por la guerra civil.
Luego, las asistentes a este evento realizaron un recorrido guiado por la exposición temporal “Joya de Cerén: 30° aniversario de inscripción en la lista del patrimonio mundial”, lo que sirvió para enlazar la experiencia individual de las mujeres con la historia y la memoria colectiva de El Salvador.
Unidas por la memoria histórica
Este intercambio intergeneracional se alineó perfectamente con uno de los objetivos centrales del proyecto Guardianas, relacionado con fortalecer a las lideresas comunitarias de territorios priorizados, fomentando su participación en los procesos de consolidación de la paz y la justicia transicional.
Asimismo, no fue solo un acto de memoria y reconocimiento, sino también un espacio para crear vínculos entre las mujeres que ya realizan acciones en temas de memoria en sus territorios. Y así se abrió la puerta a un fortalecimiento mutuo de sus liderazgos comunitarios.
Mario quiso enviarle una carta a su yo del pasado: el joven
Más de 500 víctimas fueron ejecutadas por las fuerzas armadas en varios
as voces de La batalla del volcán reúne por primera vez, para
Con el golpe de Estado al presidente ingeniero Arturo Araujo en diciembre de 1931, llegó a la presidencia el General Maximiliano Hernández Martínez.
Desde entonces, hasta el 15 de octubre de 1979, el país fue gobernado oficialmente por regímenes militares caracterizados por ser altamente coercitivos.
El primer régimen militar fue el del general Maximiliano Hernández Martínez, quien ordenó la represión y Masacre de 1932, a raíz del levantamiento de indígenas, campesinos y comunistas.
Hernández Martínez se perpetuó en el poder durante trece años, durante los cuales predominaron las represiones a la oposición política, la falta de libertad de prensa y la ausencia de libertades individuales.
El golpe de Estado al general Salvador Castaneda Castro en 1948 dio lugar a la redacción de una nueva Constitución Política en 1950, la primera en la historia salvadoreña que incluía derechos para los trabajadores, prestaciones sociales y contemplaba el voto femenino.
Los presidentes elegidos bajo el nuevo régimen constitucional fueron, el coronel Óscar Osorio Hernández y el teniente coronel José María Lemus, apostaron por la creación del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) y el Instituto de Vivienda Urbana (IVU).
Con el derrocamiento del presidente Lemus terminaron los gobiernos militares del Partido Revolucionario para la Unificación Democrática (PRUD), que tuvo su origen en los hechos de 1948.
A raíz de esta crisis política se redactó una nueva Constitución Política en 1962, e inició una tercera etapa dentro de los regímenes militares, con los gobiernos del Partido de Conciliación Nacional (PCN).
A inicios de 1961 la Junta de Gobierno que derrocó al presidente José María Lemus prometió elecciones libres, sin partido oficial.
El Directorio Cívico Militar asumió el poder con un golpe de Estado e impuso la ley marcial, fallando a la promesa antes expuesta. Una manifestación de apoyo a la Junta de Gobierno fue reprimida. El nuevo gobierno fue constituido por los coroneles Julio Adalberto Rivera y Aníbal Portillo, junto con los civiles Feliciano Avelar, José Antonio Rodríguez Porth y José Francisco Valiente.
En diciembre de 1961 los coroneles Rivera y Portillo fundaron el Partido de Conciliación Nacional (PCN).
En abril de 1962 se realizaron las elecciones presidenciales y el coronel Julio Adalberto Rivera, al no tener contrincantes, asumió el poder.
El Partido de Conciliación Nacional (PCN) se caracterizó por escalar la represión y por mantenerse en el poder de forma fraudulenta.
En este período aparecieron los cuerpos paramilitares y los escuadrones de la muerte, y así se dio paso a las desapariciones forzadas y a las torturas.
El PCN se mantuvo en el poder hasta 1979, bajo el mandato del presidente Carlos Humberto Romero, quien fue derrocado el 15 de octubre, cuando también fue obligado a dejar el país. Este ha sido el último golpe de Estado ocurrido en El Salvador.