Detrás de cámaras
Esta cinta se basa en la investigación de la Dra. Paula Cuéllar titulada “Las mujeres salvadoreñas hablan: Las historias femeninas de una revolución”.
Dicho estudio se enfoca en relatar, visibilizar y dignificar las vivencias de dos de ellas, Neris González y Rebeca (nombre ficticio), que sufrieron violencia sexual por parte de miembros de los cuerpos de seguridad pública y de las fuerzas guerrilleras, respectivamente.
El rodaje, dirigido por Julio López Fernández, se llevó a cabo en 2022 en diferentes locaciones nacionales, tales como Juayúa, Aguilares, Chalchuapa, el sitio arqueológico Casablanca, Zaragoza y en la ciudad capital.
¿Por qué el nombre “Añil”?
Durante uno de los conversatorios realizados en el marco del estreno de la película, López Fernández explicó el porqué del nombre.
Todo surgió cuando él, junto a Cuellar y las demás colegas del equipo de producción, reflexionaron sobre la forma de salvaguardar la identidad de las mujeres que compartirían sus testimonios, inspirándose en el juicio de Sepur Zarco en Guatemala.
En este caso, mujeres mayas que sufrieron violaciones sistemáticas y esclavitud a manos del personal militar durante la guerra civil de dicho país, utilizaron sus tejidos tradicionales para ocultar sus rostros.
Poco a poco fueron discutiendo alternativas para incorporar elementos salvadoreños similares y así surgió la idea del añil.
Reconociendo la historia de las mujeres en la construcción de la paz
El proyecto “Mujeres Guardianas de la Paz” se encargó de financiar la producción del documental “Añil”; así como la promoción y realización de un ciclo de proyecciones en distintos espacios de Suchitoto y San Salvador.
Por medio del documental “Añil” se ha promovido e impulsado el rescate de la memoria histórica con enfoque de género, a fin de que las y los salvadoreños encuentren caminos para la reparación, replanteen la reconstrucción de su identidad, promuevan los derechos humanos y trabajen en pro de una paz sostenible.