Jardín Memorial en Conmemoración a la Niñez Desaparecida del Conflicto Armado en El Salvador (1980-1992)

Diseño cargado de significados

El diseño del jardín y de las esculturas que adornan este espacio que conmemora a la niñez desaparecida durante el conflicto armado, fueron concebidos por medio de consultas realizadas desde 2017 con más de cien familiares de las víctimas en comunidades de: San Salvador, Suchitoto (Cuscatlán), Tecoluca (San Vicente), Guarjila (Chalatenango) y Quebrachos (Morazán).  

El jardín, que tiene alrededor de 70 metros de largo, se divide en tres rotondas peatonales, cada una de las cuales representa una etapa crucial en la experiencia de las familias: la desaparición, la búsqueda y el reencuentro. 

Las tres piezas escultóricas fueron realizadas por el artista José Roberto Anzora; y el diseño del jardín estuvo a cargo de la arquitecta Iris Fernández. 

El arte como narrativa

En la primera escultura, dedicada al momento de la desaparición, puedes ver cómo los niños y niñas fueron arrancados de sus familias. 

La segunda escultura, que representa el proceso de búsqueda, simboliza a los seres queridos en su incansable lucha por encontrar a las y los desaparecidos. 

Ahí también puedes ver un pergamino con el número 1038 que, de acuerdo con las estadísticas de la Asociación Pro-Búsqueda, es la cantidad de casos de niñez desaparecida forzadamente que se contabilizó para el año 2023. 

Finalmente, la tercera escultura, que apela al momento del reencuentro, te presenta unas manos que sostienen un corazón roto a la mitad, que comienza a sanar, y que a la vez sostiene dos figuras humanas abrazadas. 

Homenaje a la esperanza y la resiliencia 

La inauguración de esta obra, realizada el 19 de abril de 2024, fue un emotivo evento que reunió a representantes de las familias del caso Rochac Hernández y Otros Vs. El Salvador, seres queridos de otras víctimas de distintas zonas del país y a integrantes de distintas organizaciones de la sociedad civil. 

De igual modo, la apertura de este jardín memorial en conmemoración a la niñez desaparecida durante el conflicto armado trascendió lo protocolario para convertirse en un testimonio tangible de la historia de lucha, amor y determinación de las familias que nunca renuncian, que mueven montañas y a todo un país en su búsqueda de verdad, justicia y reconocimiento.